LA AGRESIVIDAD HUMANA-Anthony Storr. Ed. Alianza editorial. Madrid
por María del Pilar de Ussía LARRAGÁN
El libro de la agresividad humana es un libro psicoanalítico. La manera
en la que el autor Anthony Storr trata el tema del impulso agresivo
conlleva, según mi punto de vista, ventajas y desventajas.
En primer lugar comenzaré con las críticas negativas, que por su dureza
considero apropiado que figuren en primer lugar y no "manchen" la buena
crítica del libro.
El autor es un poco prepotente en algunos capítulos , fundamentalmente
en los relacionados con la sociedad, la guerra y la agresividad entre los
sexos.
En el capítulo tercero, titulado "La agresividad en la sociedad", Storr
pone como ejemplo de la sociedad ideal a un sistema basado en la
jerarquía, fundamentada en la dominación del mas fuerte , es decir, de los
superiores, y la sumisión total de los mas débiles, de los inferiores, donde
la ideología de la libertad, igualdad y fraternidad se opone esencialmente
a esta sociedad ideal. Apoya el autor, ademas, la idea de que en todas las
sociedades deberían existir víctimas propiciatorias, como los intocables de
la India o los proscritos de Japón, ya que son muy útiles para descargar
tensiones hostiles y no reprimirlas dentro de la sociedad.
Aunque esta sociedad ideal en esencia, forma y fondo, se opone
totalmente a una sociedad democrática, el autor manifiesta que como
sistema práctico para controlar y hacer uso de la agresividad competitiva,
la democracia parece ser el mejor sistema hasta ahora. De fundamento
lento e inseguro, la democracia tiene como ventaja la oposición, que actúa
como freno para el Gobierno y que también permite un apasionado
desacuerdo. Esta paradoja desaparece en cuanto leemos que las
democracias mantienen ejércitos que se basan en un orden jerarquice
estricto y una obediencia cuasi-absoluta., autoridad orientada a inculcar la
idea de que los hombres no son en absoluto iguales.
Storr, no contento con expresar sentimientos fascistas, decide manifestar
en el capítula séptimo ("La agresividad entre los sexos") una actitud
sexista y machista, producto quizás inevitable de la escuela psicoanalítica.
El tema habla por sí solo, y cabe quizás señalar una frase modelo del
asunto en cuestión: "si no cabe dejarse dominar por el varón, no es posible
ser plenamente femenina"..En el capítulo quinto ("La agresividad en el desarrollo infantil") y en el sexto ("La agresividad en el adulto"), el autor, afortunadamente, solohabla de agresividad en función del desarrollo masculino de la infancia ala etapa adulta, y digo afortunadamente porque la lectura de su teoríaobre el complejo de Electra y su posterior envidia del pene, podría ser,
cuanto menos, hiriente.
A pesar de su inclinación fascista y machista, estoy de total acuerdo con
ciertas cuestiones fundamentales del libro. En primer lugar opino igual
que Storr respecto a la naturaleza instintiva de la agresividad humana, ya
que el mecanismo físico de la agresividad es un componente innato,
automático, que se dispara facihnente. La agresividad, como el sexo, son
impulsos que obedecen al comportamiento de apetencia, la búsqueda de
un objeto que satisfaga una necesidad, por lo que ambos impulsos son
instintivos.
También opino, como el autor, que la agresividad es innata y tiene
elementos positivos, sin los cuales el hombre sería incapaz de dirigir el
curso de su vida. Creo, ademas, que estamos amenazados como especie
por nuestra propia inclinación a la destrucción y que nunca aprenderemos
a dominarla, a no ser que nos comprendamos a nosotros mismos.
El libro, por otra parte, es francamente entretenido, porque el autor
explica sus puntos de vista con una claridad impropia, según creo, del
psicoanálisis. Los temas de la agresividad son fácilmente reconocibles en
los temas de motivación-emoción y la personalidad dados en clase.
Las características de la motivación se pueden relacionar con el capítulo
tercero, "La agresividad en la estructura social"; es en este capítulo donde
la agresividad funciona de una manera mas positiva en cuanto a
motivación se refiere. El impulso agresivo en la sociedad tiene tres
funciones básicas: la primera es la lucha por la supervivencia del
individuo y de la especie, la segunda es garantizar la paz y el orden dentro
de la comunidad y la tercera función es la selección natural de los medios
mas fuertes y capacitados.
Estas funciones se relacionan con las características propias de la
motivación; la agresividad juega aquí un papel positivo, fuerte y
persistente, cuyas funciones están organizadas jerarquicamente, siendo
este impulso agresivo en ocasiones consciente y en otras inconsciente.
La clasificación de la emociones se puede relacionar con el capítulo
sexto, "La agresividad en la vida adulta". Aquí se desarrolla el hombre
independiente del apoyo materno y paterno, pero a la vez se hace
dependiente del apoyo de sus semejantes y el deseo de defender y afirmar.su identidad con diferentes métodos, desde la motivación de poder
(conseguir que el mundo material o social se ajuste al plan que tiene el
individuo), a la motivación de logro ( deseo personal de realizar algo
dificil venciendo obstáculos). Mediante la motivación de afiliación ( deseo
de asociación de una persona con sus semejantes) afiia el individuo su
identidad.
El ya citado y polémico capítulo séptimo ("LA agresividad entre los
sexos"), es fácilmente relacionable con la frustración, y un sistema de
defensa específico: la fantasía.
El hombre inseguro es producto de frustraciones infantiles, por depender
demasiado del apoyo paterno, sumado a una difícil identificación con el
propio sexo en la niñez. Estos hombres inseguros son muy sumisos ante la
relación y suelen tener problemas de impotenciaSus fantasías eróticas
suelen ser de carácter masoquista, aunque es incapaz de llevarlas a la
práctica. La mujer insegura sigue el mismo proceso infantil que el hombre
inseguro, pero con consecuencias diferentes. Es una mujer muy
dominante y agresiva. Esta actitud refleja dos objetos frustrados; el
primero defenderse de la dominación del varón, y el segundo exigirle. Sus
fantasías eróticas suelen ser sadomasoquistas donde ella es la víctima.
Tampoco suele (por no decir nunca) ser capaz de hacerlas realidad.
Estos dos prototipos de individuos inseguros respecto al sexo están llenos
de hostilidad, que solucionan mediante la estrategia de defenderse de la
fantasía.
No es este el único tema del libro que se relaciona con los mecanismos de
defenderse; de hecho, el tema principal de éste reside en los mecanismos
de defensa que emplea el hombre para defenderse frente a la hostilidad. El
libro emplea, en efecto cuatro capítulos para exponer los diferentes
mecanismos de defensa en diferentes entornos patológicos.
En el capítulo noveno ("Defensas esquizoides frente a la hostilidad)
Storr relaciona los mecanismos de racionalización (justificación de las
ideas y conductas propias ante el temor de su rechazo), de fantasía
(realizar con la imaginación aquello que no se puede conseguir en la
realidad) de forma reactiva (adopción de sentimientos contrarios a los
propios) y por último de sentimientos hostiles sobre personas u objetos
que no suscitan las emociones. Los esquizoides sienten odio y repulsión
por los demás por el miedo a ser rechazados por ellos, en especial por las
personas que son para el esquizoide importantes emocionalnzente. Suelen
fantasear con grandes fuentes de poder e invuhrerabilidad. En general lo
primero lo suelen conseguir, pero nunca dejan de ser especialmente.vulnerables. Dejan ver que son indiferentes al amor, cundo realmente
sienten un mayor anhelo y necesidad de él que el resto de los hombres y
por esta causa tienen sentimientos hostiles ( por causas internas) pero
atribuyen su odio a las otras personas.
En el capítulo décimo ("Hostilidad paranoide") el autor relaciona con esta
enfermedad tres mecanismos fundamentales. El mecanismo de regresión,
el mecanismo de proyección y el mecanismo de identificación. Los
paranoides suelen hacer frente a las hostilidades atribuyendo sus defectos
a otros, y hacen suyas cualidades ajenas. En este mecanismo está
relacionada la fantasía, pues el paranoide se siente objeto de una
persecución injustificable.
En el capítulo sobre la hostilidad psicopática solo utiliza, en cambio, dos
mecanismos estrechamente relacionados entre sí, uno es la fantasía y el
otro la identificación. Mediante ambos el psicópata no siente la
culpabilidad de la mentira, que suele utilizar casi siempre. Se identifíca no
con los demás, sino con la fantasía de una personalidad inventada,
creyéndose sus propias mentiras e identificaciones personales,
haciéndoselas creer de este modo a los demás. Este tema también se
podría relacionar con la teoría de la personalidad según Eysenck, donde la
psicopatía es el tercer factor patológico, en la clasificación de
introversión-extraversión. Los psicópatas suelen ser violentos, antisociales
y no tienen escrupulos.
En el último capítulo ("Modos de reducir las hostilidades") el autor
explica que debido a los mecanismos de defensa el individuo reprime su
agresividad aumentando su hostilidad. En la sociedad occidental esta
hostilidad puede llegar a ser una amenaza para la especie humana por
nuestra propia inclinación hacia la destrucción y debemos encauzar esa
agresividad por cauces positivos para librarnos de la hostilidad.