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RESUMEN Y REFLEXIÓN EN TORNO A EL MONO DESNUDO, DE DESMOND MORRIS
Helena Martínez Díaz. (IES. Vega de mar, 1º bach. C)
En ocasiones al intentar dar respuestas a preguntas sobre nuestro comportamiento, nos quedamos con razones superficiales y erróneas. Por eso me ha gustado especialmente la cita “Fue la naturaleza biológica de la bestia la que moldeó la estructura social de la civilización y no ésta la que moldeo aquélla”. El libro El mono desnudo, de Desmond Morris, escrito en 1967, me parece una muy buena forma de acercarse a la naturaleza humana, ya que explica muchos de nuestros comportamientos, no partiendo de la imagen de raza superior, merecedora de destruir el planeta con la única finalidad de sacar provecho, sino que expone todo el tema como si estuviese hablando de cualquier otra de las 192 especies de simios conocidos hasta esa fecha, comparándonos en todo momento con esas especies con el fin de demostrar de dónde vienen nuestras conductas y cómo podemos seguir observando lo que pueden ser nuestros comportamientos primitivos en ellas.
Este libro consta de ocho capítulos, en el primero explica los orígenes del Homo sapiens, desde la existencia del primer insectívoro que salió del agua tras la extinción de los grandes reptiles hasta llegar a nosotros. En el segundo habla de nuestro comportamiento sexual, de cómo ha ido variando para llevar a cabo una mejor organización social y de la importancia que tienen los sentidos en esta. El tercero trata sobre el largo proceso de crianza que experimentamos los humanos, dado a que somos seres muy dependientes hasta avanzada edad, situación que hace posible un complejo desarrollo cerebral y todos los factores importantes en dicho proceso, además de enumerar las diferentes capacidades físicas y mentales que vamos desarrollando a lo largo de este periodo. El cuarto habla de la importancia que tiene que algunos animales sientan la curiosidad necesaria para explorar, ya que en los menos especializados esto puede suponer un factor de vida o muerte, y sigue estando vigente en nosotros, porque se ha demostrado que si se priva tanto a un niño como a un mono de equivocarse y descubrir cómo funcionan las cosas y las personas por ellos mismos, cuando ambos maduren serán incapaces de desempeñar con normalidad acciones cotidianas que necesiten contacto social. En el quinto explica cómo vienen nuestros sentimientos de ira de nuestros orígenes animales, además de cómo nuestras necesidades biológicas acaban sentando las bases de nuestros comportamientos sociales. En el sexto habla sobre la alimentación, lo que esta significa para nosotros y el sentido del gusto. Y finalmente en el último capítulo explica la importancia que tiene que seamos fieles a nuestra naturaleza biológica, en vez de ir contra ella, ya que aunque seamos flexibles y podamos solventar algunos problemas que nos lleguen como especie, ir en contra de nosotros mismos va a ocasionar que no nos podamos desarrollar con todo el potencial que podríamos llegar a tener.
Un ejemplo de esto podría ser el sistema educativo actual, ya que va en contra de nuestra naturaleza física, obligando a los alumnos a permanecer sentados y quietos durante seis horas en el centro escolar, más las horas que tenga que permanecer sentado en su casa llevando a cabo las tareas enviadas desde ese centro escolar. Y va también en contra de nuestra naturaleza mental y de las capacidades individuales,
apreciando únicamente un tipo específico de capacidad por el cual te examinan y determinan cuán valido eres. En el caso de que no resultes hábil en esa capacidad específica, serás tachado por profesores, compañeros y el resto de personas con las que hables como una persona inútil, sin futuro y sin ninguna otra clase de capacidad, rechazo que te obligará a esforzarte más de lo que tu salud mental debe, y presentando sentimientos de impotencia al no poder encajar en esos estándares.Personalmente estoy muy de acuerdo con la idea que el autor expone explícitamente al final del libro y más sutilmente durante toda la obra. Si nos paramos a pensar, hay numerosas ocasiones en las que sentimos tensión, tristeza, malestar, ira e innumerables sentimientos negativos diferentes. Causados por problemas que únicamente tenemos por las barreras que nos hemos impuesto los seres humanos, ya sean ritmos de trabajo acelerados, tradiciones sociales en las que no encajamos, cánones físicos y de comportamiento que hacen que los demás nos marginen, modelos relacionales que nos coartan, y un largo etcétera de situaciones contra las que tenemos que luchar incluso toda la vida. Si en vez de ir en contra nuestra de naturaleza (para ser más prácticos o para lograr mayor beneficio), dichas situaciones estuvieran pensadas para ser más sanas para nosotros o simplemente menos agresivas con nuestra salud física y mental, serían mucho más productivas y la sociedad tendría que ahorrarse utilizar su desarrollado cerebro para buscar soluciones mundiales para ellas.